Certificado ambiental. Por qué es importante para las empresas
Tabla de contenidos
- Beneficios del certificado ambiental
- Requisitos para obtener un certificado ambiental
- Proceso de certificación ambiental
- Tipos de certificados ambientales
- Importancia de la certificación ambiental
- Implementación de prácticas ambientales en empresas
- Cómo el certificado ambiental impacta en la imagen corporativa
- Retos y desafíos del certificado ambiental empresarial
Cuando los consumidores no están seguros de la calidad de un producto o servicio, de si cumple con los requisitos que debe cumplir o de si es, efectivamente, aquello que el fabricante asegura que es –bien porque no dispone de la información o del criterio necesario para interpretarla– es normal y frecuente acudir a un tercero que sirva de garantía. Naturalmente, ese tercero tiene que acreditar una trayectoria y reputación como buen conocedor de ese sector en particular para que su dictamen resulte fiable. Contar con un agente que cumpla con esos requisitos y certifique las bondades de del producto o servicio, el consumidor actuará con mucha más seguridad y tranquilidad. Esta norma, que es universal y aplica prácticamente a todos los sectores de consumo y dimensiones de la actividad empresarial, también lo es en cuanto a su sostenibilidad. ¿Cómo? Gracias al certificado ambiental para las empresas.
Beneficios del certificado ambiental
Entre las ventajas de que una empresa obtenga un certificado ambiental podemos destacar:
- Mejora su reputación. Una empresa que obtiene una certificación ambiental es una organización que de forma «oficial» está considerada como ambientalmente responsable. Y en una época en la que la sostenibilidad en todas sus dimensiones –ambientales, sociales o éticas– ocupan y preocupan de manera especial a todos los estamentos de la sociedad, esta condición mejora sustancialmente su reputación entre sus públicos.
- Mejora su relación con sus grupos de interés. Esa mejora de la reputación facilita que sus relaciones con sus grupos de interés sean más fluidas y se asienten sobre bases más sólidas. Porque consumidores, reguladores, empleados, accionistas y la sociedad en general se sienten más cómodos y prefieren tratar con organizaciones que se ajustan a unos determinados valores socialmente establecidos y compartidos.
- Mejora su competitividad. Este mejor encaje de la empresa en los esquemas sociales que le granjea una certificación ambiental tiene un reflejo directo en sus ventas. No solo porque los consumidores están cada vez más dispuestos a adquirir productos de empresas sostenibles que de aquellas que, o bien no lo son tanto, o bien no pueden acreditarlo con la suficiente credibilidad, sino porque la condición de empresa con certificación ambiental supone un valor añadido desde el punto de vista de su posicionamiento comercial.
- Evita problemas legales. Con una legislación, tanto a nivel europeo como nacional, cada vez más restrictiva en materia ambiental y que, además, se actualiza a gran velocidad, es relativamente fácil incurrir en descuidos que pueden salir caros en forma de multas o sanciones. Eludirlas es algo que se consigue a través del propio proceso de certificación ambiental, ya que este se basa, entre otros aspectos, en hacer un pormenorizado checklist de que la empresa cumple con esos requerimientos legales.
- Ahorro de costes. En el apartado económico, evitar las multas por incumplimientos legales ya sería un motivo de peso para apostar por la certificación ambiental en las empresas. Pero es que, además, este tipo de certificaciones o sistemas de gestión ambiental pueden ayudar a ahorrar costes de muchas otras maneras. Por ejemplo, a través de beneficios fiscales, optimización de los recursos, reutilización de materias primas por medio del reciclaje, ahorros energéticos a través de las energías renovables, etc.
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