Dark Warehouse: la revolución de la logística empresarial silenciosa

En los últimos años estamos asistiendo a un cambio de paradigma en el mundo del comercio de mercancías y en los hábitos de consumo. El auge del comercio electrónico, un mercado muy competitivo y unos consumidores que se han habituado a la velocidad a la hora de recibir sus pedidos en sus domicilios han hecho que la logística haya adquirido un peso estratégico en la operativa de las compañías.

Empresas de todos los sectores son conscientes de que necesitan incrementar significativamente tanto su eficiencia como su velocidad de respuesta en sus operaciones de almacenaje y transporte de mercancías si quieren seguir siendo competitivas. La tecnología ha acudido en su auxilio con desarrollos robotizados y automatizados que en algunos casos sobrepasan los límites de la imaginación. Una de esas fórmulas revolucionarias que está trayendo la logística 4.0 son los dark warehouse.

 

¿Qué es un dark warehouse y cómo beneficia a las empresas?

Un dark warehouse (almacén ciego o almacén oscuro) es un almacén totalmente automatizado en el que no hay ninguna actividad humana (o muy poca), por lo que no resulta necesario realizar acondicionamientos como iluminación, refrigeración o calefacción en su interior.

En un dark warehouse no se necesitan operarios ya que todos los procesos están automatizados, desde la recepción de la mercancía hasta su ubicación en el almacén, preparación y expedición del pedido. Para ello, estos almacenes ciegos utilizan tecnología avanzada como robótica, IA, IoT o desarrollos de software de guiado. La mayor parte de estos procesos se realizan completamente a oscuras. Aunque estos sistemas se encuentran todavía en una fase incipiente de desarrollo, sus posibilidades son enormes y están llamados a marcar el futuro inmediato de la logística.

 

Ventajas operativas de implementar un dark warehouse en tu cadena de suministro

Entre las ventajas que este tipo de almacenaje tecnológico ofrece a las empresas cabe citar:

  • Mayor productividad: Estos almacenes pueden operar en régimen de 24/7/365.
  • Mayor eficiencia operativa: Gracias a que se optimiza el espacio de almacenaje, ya que pueden aprovecharse mejor pasillos y alturas. También se tarda menos tiempo en mover las mercancías.
  • Eficiencia energética: Derivada de la reducción de consumos de iluminación, calefacción o refrigeración adaptadas a las condiciones de trabajo de las personas.
  • Reducción de errores: La automatización de los procesos elimina el factor ‘error humano’ en la gestión de existencias.
  • Control de stock: Gracias a la avanzada tecnología de gestión y movimiento de mercancías que controla el sistema.
  • Mejora de la seguridad: Al no trabajar en ellos humanos, se elimina el riesgo de accidentes y lesiones.
  • Menores costes operativos: Vinculados a los costes laborales de los trabajadores y mayores índices de productividad.

 

Automatización en dark warehouses: Eficiencia y reducción de costes

La mejora de la eficiencia y la reducción de costes son los principales objetivos de esta automatización de procesos, unos objetivos que se dan plenamente en los dark warehouses.

La automación es el principal rasgo de los almacenes oscuros, y un ejemplo perfecto de cómo la digitalización, la robótica y el uso tecnologías exponenciales como la IA pueden ayudar a mejorar la eficiencia de sectores como la logística.

También es un ejemplo de cómo las máquinas pueden asumir ventajosamente trabajos que antes desarrollaban personas, un temor que siempre revolotea alrededor de cada innovación tecnológica en el mundo del trabajo, pero que en realidad ha venido sucedido de forma natural en todas y cada una de las revoluciones industriales que ha vivido la humanidad.

Pero igual que se destruyen empleos –fundamentalmente aquellos repetitivos y de escaso valor añadido– se crean otros, vinculados por ejemplo a la necesidad de contar con personal cualificado para programar y gestionar estos complejos sistemas logísticos. De este modo, es posible enriquecer el trabajo de los empleados sacándoles de las tareas más rutinarias, pesadas y peligrosas (lo que los americanos denominan trabajos de las 4 Ds, dull, dirty, dangerous and demeaning, traducidos: aburridos, sucios, peligrosos y degradantes), para centrarse en tareas con mayor valor añadido.

Dark warehousing vs. almacenamiento tradicional

Aunque ya se han repasado las principales características de un almacén oscuro, no está de más revisarlas en comparación con los sistemas de almacenaje tradicionales.

  • Mano de obra: Es la diferencia más obvia. Mientras que los operarios del almacén convencional son humanos, en el almacén oscuro solo mueven paquetes las máquinas.
  • Un almacén tradicional necesita un determinado tamaño y ancho de pasillo para que los operarios y las máquinas manuales que manejan, tales como transpaletas, carretillas o máquinas para preparar pedidos puedan desenvolverse en condiciones de seguridad. En cambio, un dark warehouse puede funcionar perfectamente con menos espacio. Pueden usar pasillos más estrechos, debido a que las máquinas de almacenaje automático son, por lo general, más pequeñas (transportadores, electrovías, transelevadores…), y también pueden almacenar mercancía a mayores alturas que en aquellos operados por personas.
  • Eficiencia energética: En comparación con un almacén convencional, los ahorros energéticos derivados de no tener que iluminar, ventilar o calentar estos espacios para el uso de las personas son notables en el almacén oscuro. Se trata de unos consumos, además, optimizados gracias a la tecnología que controla todos los procesos.
  • Gestión de residuos: También la gestión de residuos resulta más eficiente en las instalaciones ciegas que en los almacenes convencionales, donde los errores humanos y los procesos manuales incrementan el volumen de residuos generados.

 

Integración de tecnología avanzada en los dark warehouses

La tecnología aporta el cerebro, el corazón y el músculo al concepto de dark warehouse. Gracias a ella, es posible desarrollar las actividades de almacenaje y gestión de mercancías de una forma que hace muy pocos años solo habría sido concebible por la imaginación de un autor de ciencia ficción. Entre las tecnologías punteras que intervienen en su creación y desarrollo están:

  • Sistemas de gestión de almacenes (SGA): Son desarrollos de software que permiten controlar todas y cada una de las operaciones que se llevan a cabo en el almacén (3).
  • Sistemas automatizados de almacenamiento y recuperación: Estas máquinas optimizan la distribución de artículos dentro del almacén, agrupándolos de la mejor manera posible, por ejemplo, mediante almacenamiento vertical.
  • Robots clasificadores: Son máquinas que mueven mercancías y materiales entre las distintas ubicaciones del almacén. Son prácticamente autónomas y únicamente necesitan supervisión humana para unas pocas tareas.
  • Robots móviles: Permiten trasladar cajas y palés rápidamente en un almacén con alta ocupación. Un complejo sistema informático de guiado les ayuda a encontrar el camino por el espacio de la instalación.
  • Inteligencia artificial y algoritmos de machine learning: Los algoritmos de IA permiten anticipar escenarios y predecir la demanda de productos específicos. Con ello, resulta más fácil gestionar el inventario y organizar el diseño del almacén de cara a lograr una mayor eficiencia.
  • Internet de las Cosas: Los sensores de IoT proporcionan datos en tiempo real sobre la ubicación y estado de los productos dentro del almacén.

 

Impacto del dark warehouse en la optimización de inventarios

Los dark warehouse son, sin duda, la última milla de la llamada logística 4.0 y el asombroso epítome de la automatización y la robotización aplicadas al almacenaje. Se trata de un sistema, además, que, gracias a los desarrollos informatizados de gestión de almacén que los controlan, permite realizar una supervisión exacta y en tiempo real de stocks e inventarios.

Desafíos y soluciones en la adopción de un dark warehouse

El uso de los dark warehouse supone toda una revolución tecnológica dentro de la logística. Sin embargo, aún debe hacer frente a una serie de desafíos y limitaciones para que su impacto sea mayor y, sobre todo, para que amplíe su alcance, todavía muy limitado.

  • No es válido para todo tipo de empresas o mercancías. Para funcionar adecuadamente, un almacén oscuro necesita unidades de trabajo (pallets, cajas, etc.) muy estandarizadas.
  • Todo elemento que no cumpla con esos requisitos de empaquetado o tamaño interrumpe los flujos de trabajo, provocando retrasos y errores.
  • Para ser eficaces, también necesitan flujos de trabajo constantes y con órdenes de entrada y salida homogéneas. No son la mejor opción, por tanto, para sistemas que se basen en el flujo a demanda.
  • Tampoco son la mejor alternativa para artículos delicados o para los no estandarizados.
  • En el plano laboral, los dark warehouse, se enfrentan a un doble desafío. Por un lado, la mala imagen pública que puede proyectar una empresa que decida sustituir a sus operarios humanos por robots. Por otra, la dificultad de contar con personal altamente cualificado para manejar estos sistemas, algo que obliga a las empresas que los implementen a invertir en planes de formación y gestión del cambio.
  • Otros de los principales obstáculos de los almacenes ciegos es la elevada inversión inicial de capital que requieren estas tecnologías de automatización del almacenaje. Tanto los robots, como los sistemas automatizados de almacenamiento y recuperación o la infraestructura de soporte necesitan de grandes inversiones, por lo que no son una solución al alcance de todo el mundo.

Cómo los dark warehouses están transformando el e-commerce

A pesar de estas dificultades, parece claro que el futuro de la logística estará vinculado a este tipo de soluciones automatizadas. Los dark warehouses o las dark stores (espacios urbanos en los que no se atiende al público y que están específicamente diseñados para agilizar la tramitación de pedidos online) ya están imprimiendo un impulso palpable al comercio electrónico, incrementando la eficiencia y la velocidad con la que las mercancías viajan desde el momento en el que el usuario hace clic en el botón de comprar de la pantalla de su ordenador o smartphone hasta que el repartidor toca el timbre de su puerta con el paquete.

Este tipo de almacenes se encuentran todavía en un estado inicial de desarrollo, si bien compañías como DHL, Coca-Cola o Amazon están avanzando en esta línea como parte de su estrategia de almacén inteligente y plenamente automatizado.

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