Las últimas innovaciones en diseño de envases de cartón se orientan a crear envases que garanticen la seguridad y disponibilidad de los alimentos al tiempo que protejan el planeta.

 

El informe de la OCU, ‘Otro consumo para un futuro mejor, nuevas economías al servicio de las personas y el planeta’, elaborado con el Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social en 2019 revelaba que el 75% de los consumidores españoles ya están tomando sus decisiones de compra a partir de criterios éticos y de sostenibilidad. Es decir, que hay un tipo emergente de consumidores que se siente corresponsable del cuidado del planeta en el que habita y trata de trasladar ese compromiso ético y ambiental a sus compras.

 

La sostenibilidad adquiere, así, un peso notable como factor de consumo. Una tendencia que se hace especialmente patente en el sector de la alimentación y que tiene un alto impacto no solo sobre los propios alimentos, sino también sobre el diseño de envases de cartón  y demás materiales que los contienen.

 

Como consecuencia, la industria del envase se encuentra en una nueva etapa de su evolución. Tras varios años poniendo el foco en lograr envases que fueran seguros y preservaran las propiedades y sabor de los alimentos, la nueva prioridad de los fabricantes (sin dejar de lado las anteriores) es lograr envases inteligentes y que además sean respetuosos con el planeta.

 

Este cambio de paradigma supone que, además de las citadas exigencias de practicidad, comodidad y seguridad para los alimentos, los envases del futuro deberán responder a las nuevas necesidades medioambientales. Y para ello es fundamental que no contribuyan a la emisión de gases de efecto invernadero ni al agotamiento de los recursos fósiles.

 

Los expertos identifican tres vías que permitirían a los envases  cumplir con esas premisas:

 

Es la hora de pensar en el diseño de envases de cartón

En ese camino hacia la sostenibilidad total de los envases, el cartón avanza con paso firme. Es hora de diseñar para el reciclaje. La aparición, en la década de los 50, de los primeros envases de cartón para leche de la compañía sueca Tetra Pak significó una revolución para la industria. Los nuevos envases no solo conservaban a la perfección y durante más tiempo los alimentos, sino que facilitaban enormemente su transporte y almacenaje.

 

Importancia del uso de cartón en los envases

Hoy los envases de cartón siguen siendo fundamentales para la industria alimentaria, y por razones parecidas a las de entonces. A sus cualidades para garantizar la seguridad y disponibilidad de la comida, el cartón suma hoy otra virtud muy importante en el actual contexto:  su reciclabilidad. Se estima que por cada tonelada de cartón que se recicla se ahorran 140 litros de petróleo, 50.000 litros de agua y 900 kilos de dióxido de carbono (CO2) en relación a los que requeriría fabricar una tonelada de cartón nuevo.

 

En el caso de los envases de cartón para alimentos, estos  contienen en su composición algunos elementos de más difícil recuperación como aluminio o plástico de origen fósil. A día de hoy, el concurso de este tipo de materiales sigue siendo necesario debido a algunas de las propiedades que presentan y que permiten, por ejemplo, proteger a los alimentos de la acción de agentes externos como el aire o la luz. Si bien la tendencia de la industria es ir sustituyendo paulatinamente este tipo de elementos por otros de más fácil reciclado a medida que los avances en innovación y tecnología lo hagan posible.

 

Desde el punto de vista logístico los envases de cartón son ligeros y fáciles de apilar y transportar.

Permiten incorporar información adicional sobre el producto, para asegurar una logística eficiente y sin daños (para el producto y el envase). También para incluir otras indicaciones relacionadas con la forma en que debe consumirse el producto o qué proceso seguir tras su uso para asegurar la reciclabilidad del envase.

Además, el cartón no pierde propiedades durante el proceso de reciclaje. Los embalajes y envases de cartón ondulado mantienen su resistencia y durabilidad tras ser sometidos a procesos de reciclado.

Otro factor importante es su degradabilidad, ya que al ser un material compuesto principalmente de celulosa su proceso de descomposición se produce mediante la actuación de elementos biológicos como bacterias, capaces de descomponer las fibras de cartón en partículas de tierra.

En el caso de los envases de cartón para alimentos, estos contienen en su composición algunos elementos de más difícil recuperación como aluminio o plástico de origen fósil. A día de hoy, el concurso de este tipo de materiales sigue siendo necesario debido a algunas de las propiedades que presentan y que permiten, por ejemplo, proteger a los alimentos de la acción de agentes externos como el aire o la luz. Si bien la tendencia de la industria es ir sustituyendo paulatinamente este tipo de elementos por otros de más fácil reciclado a medida que los avances en innovación y tecnología lo hagan posible.

 

Materiales a tener en cuenta en el diseño de envases de cartón

Los envases de cartón pueden contener otros componentes. Desde el punto de vista del diseño para el reciclaje la presencia de estos elementos debe seguir una serie de pautas para asegurar la reciclabilidad del envase. Los elementos que podrían estar presentes en un embalaje de cartón son:

 

 

La guía ‘Circularity by design. Guideline  for fibre-based packaging‘, elaborada por 4evergreen, establece las recomendaciones para cada uno de esos componentes desde un punto de vista del diseño para el reciclaje.

 

Tintas y barnices

El uso de tintas de impresión es común en la superficie del envase para aportar texto o imágenes que añaden información importante sobre el propio embalaje o el producto.

 

Los barnices se añaden para mejorar el comportamiento de impresión de tintas. También se utilizan barnices de sobreimpresión para proteger el envase frente a factores mecánicos o medioambientales.

 

La mencionada guía recoge aquellas tintas y barnices que serían compatibles con el proceso estándar de reciclaje:

 

 

Adhesivos

Se utilizan para sellar y cerrar los envases de fibra. Lo que se debe pretender en un diseño para el reciclado es que no influyan en los sistemas de reciclaje de cartón. Para ello se recomienda utilizar la cantidad mínima necesaria para cumplir su función. Evitando, al mismo tiempo, aplicaciones de películas muy finas que no puedan eliminarse mediante tamizado.

 

Componentes metálicos

Si la superficie no está completamente cubierta con decoración metálica no se generarán problemas de separación en la fase de reciclado.

 

Si sí lo estuviera, la luz NIR se reflejaría, y el producto de fibra podría acabar en el flujo de reciclaje inadecuado. En consecuencia, como norma general en un diseño para el reciclaje, se recomienda no cubrir completamente el envase con metalizados y minimizar el porcentaje de plástico.

 

También se recomienda la estampación en caliente o transferencia en frío, en lugar de la laminación.

 

Rellenos aditivos y agentes

La regla básica a seguir con estos elementos es que se apliquen al envase de cartón de modo que no dificulten el reciclado y que, al mismo tiempo, cumplan con la funcionalidad esperada.

 

La clave está en dar preferencia a los materiales de envasado que permitan el uso futuro de la fibra reciclada. Para ello, la guía recomienda no utilizar las sustancias consideradas por el reglamento REACH de la UE como ‘extremadamente preocupantes’.

 

Contaminación del producto

Los residuos de los productos en los envases pueden contaminar fibras recuperadas. Esto podría generar problemas desde el punto de vista de la seguridad alimentaria:

 

 

La clave desde el punto de vista del diseño del envase es que permita el vaciado completo del contenido de forma sencilla. Algunos métodos que ayudan a este fin son:

 

 

Retos del sector del envase

Con ese horizonte, las compañías trabajan en el desarrollo de nuevas soluciones que incrementen la capacidad de reciclaje de sus envases. Un ejemplo de ello es un proyecto de Tetra Pak que, por medio de un tratamiento químico, logra transformar el polietileno y el aluminio de sus envases en aceites pirolíticos con los que posteriormente se pueden obtener plásticos reciclados. La compañía sueca ya había comenzado a utilizar polímeros de origen vegetal procedentes de caña de azúcar con certificación Bonsucro. Su objetivo es que  a finales de 2021 este tipo de envases representen el 25% de sus ventas totales.

 

Las empresas de fabricación de envases de cartón afrontan el futuro con numerosos desafíos por delante, como incrementar el mix de material reciclable en sus procesos de fabricación, reducir la huella de carbono de sus procesos o evolucionar hacia modelos cada vez más circulares. En este sentido, según datos auditados por Ecoembes, en España se recuperan cerca del 84% de los cartones para bebidas. Unas cifras que alimentan las posiblidades de futuro del cartón y sirven para poner en valor a un tipo de envase renovable, compostable, reciclable y biodegradable.

 

Fuentes:  elpais.com y elconfidencial.com