La innovación juega un papel cada vez más determinante en todo tipo de industrias, constituyendo un elemento clave para mantener la competitividad de las empresas en unos mercados complejos y cambiantes. Esta situación es especialmente acusada en el sector de los envases, donde a la necesidad de encontrar soluciones tecnológicas que mejoren las prestaciones y el rendimiento económico de los productos se suman una regulación y una sensibilidad social cada vez más exigentes con factores como la seguridad, la higiene o la sostenibilidad de los productos. Uno de esos desarrollos innovadores son los llamados envases airless, que han supuesto una clara evolución en el modo en que se conservan y comercializan determinados productos.
¿Qué son los envases airless?
Los envases airless o sistemas de dispensación sin aire son un tipo de recipiente cuyo diseño impide que el aire y la luz penetren en el interior. De este modo, se evita que entren en contacto con el producto, protegiéndolo así de la oxidación y otros efectos negativos, como la contaminación durante el manipulado y aplicación. Este tipo de envases cuenta con un método de dosificación con sistema de vacío que no solo facilita la extracción de la cantidad justa de producto –evitando así el desperdicio –, sino que también lo hace de una manera mucho más segura e higiénica, lo que ayuda a conservar intactas sus propiedades e incrementa su vida útil.
El origen de los envases airlesss
Los envases airless son un ejemplo perfecto de cómo la innovación y la investigación desde una industria pueden resolver una problemática concreta. En este caso, la industria es la envasadora y el problema la conservación de los productos sensibles al aire y a la luz. El concepto de envases airless comenzó a ganar peso en la década de 1990. Su diseño hermético y su capacidad para minimizar la exposición al aire proporcionaban una mayor y mejor protección de los productos, especialmente en la industria cosmética. Desde entonces se ha extendido a otro tipo de sectores y productos como los farmacéuticos o de cuidado personal.
¿Cómo funcionan los envases airless?
La tecnología que emplean los envases airless garantiza la conservación y la eficacia de los productos en su interior. Esta se basa en el principio de la presión negativa. El sistema incorpora una válvula que se activa cada vez que se utiliza el producto, evitando que el aire ingrese y quede atrapado en el envase. Esta acción es crucial para prevenir el deterioro y el acortamiento de la vida útil del producto. En algunos casos, los envases airless cuentan también con un tapón como medida de protección suplementaria.
Cuando el usuario presiona la bomba o el mecanismo de dispensación, se crea un vacío en el espacio entre la válvula de dosificación y el fondo del recipiente. Esto hace que el fondo del recipiente se desplace hacia arriba, empujando el producto hacia la válvula. De esta forma se aprovecha al máximo todo el contenido del envase.
Componentes de un envase airless
Un envase airless estándar está compuesto por una serie de elementos básicos. Estos son:
- Botella o recipiente. Cuenta con un sello hermético para evitar la entrada de aire. Por lo general, es opaco o, al menos, está diseñado para bloquear la luz.
- Bomba o mecanismo de dispensación. Es el componente que permite la extracción del producto de manera controlada. A medida que el producto se dispensa, el sistema de bombeo empuja hacia arriba el fondo del recipiente
- Válvula de dosificación. La válvula de dosificación controla la cantidad de producto que se libera con cada presión. Esto asegura que el usuario obtenga la cantidad adecuada de producto –la misma en cada dispensación– sin desperdiciar ni contaminar el resto del contenido.
Ventajas de los envases airless
Los envases airless pueden llegar a presentar interesantes beneficios tanto para las empresas que los emplean para sus productos como para los consumidores que los adquieren.
- Mejor conservación de la calidad y las propiedades del producto. La principal ventaja de los envases airless es, sin duda, su capacidad para preservar la calidad de los productos sensibles al aire y la luz. Cosméticos, cremas, lociones, sérums, sueros, bálsamos, geles o productos farmacéuticos conservados en envases airless tienden a tener mayor durabilidad y a mantener su eficacia sin necesidad de recurrir a conservantes adicionales.
- Seguridad microbiológica. La guía Cosméticos microbiológicamente seguros, publicada por la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), declara a los envases airless como sistemas “microbiológicamente seguros para los productos”. Y es que, al evitar la entrada de aire, estos envases reducen el riesgo de contaminación microbiológica. Esto resulta especialmente notable para aquellos productos que, como por ejemplo los farmacéuticos, deban mantenerse en estado de esterilidad
- Dosificación precisa. La válvula de dosificación de los envases airless permite una dosificación muy precisa del producto, lo que evita el desperdicio y garantiza que el usuario obtenga la misma cantidad en cada aplicación.
- Protección contra la oxidación. Muchos productos, como las cremas antioxidantes, son propensos a la oxidación cuando se exponen al aire. A diferencia de otros recipientes, los envases airless no propician una cámara de aire en su interior. Esta propiedad genera un vacío que protege al producto de procesos oxidativos, contaminación o la evaporación del agua que pueda contener en su fórmula. De esta forma, se prolonga la vida útil de los productos.
- Mayor higiene. Estos envases son muy higiénicos desde el punto de vista de la manipulación, ya que el usuario no necesita tocar el interior del envase para extraer el producto, con el riesgo de contaminación que ello conlleva.
- Reducción del desperdicio. Aunque la fabricación de envases airless puede requerir una mayor inversión inicial de recursos, su eficiencia en el uso del producto reduce el desperdicio a largo plazo. Además, se puede aprovechar la mayoría del contenido del envase.
- Posibilidad de recarga. Desde el punto de vista de la circularidad de los envases, algunas de estas soluciones airless son reutilizables porque admiten recarga. También existen envases airless compuestos por materiales reciclables, como el polietileno y polipropileno.
Desventajas de los envases airless
A pesar de todas estas ventajas, los envases airless también presentan puntos de mejora sobre los que trabajar.
- Coste inicial. La tecnología de los envases airless es sofisticada y, por tanto, costosa de implementar en comparación con la de los envases convencionales. Esto puede hacer aumentar el coste de los productos finales para los consumidores, especialmente en las primeras fases de comercialización. Sin embargo, en el largo plazo este tipo de envases son económicamente más rentables para el consumidor gracias a sus propiedades de durabilidad, calidad y cantidad del producto que permiten aprovechar.
- Complejidad. Los envases airless son también más complejos en términos de diseño, lo que incrementa la posibilidad de que surjan problemas técnicos o fallos durante su fabricación.
Envases airless, sectores y productos
Los envases airless se utilizan para una gran variedad de sectores y productos. Algunas de las aplicaciones más comunes son:
- Industria cosmética. Los envases airless son muy populares en la industria cosmética para productos como cremas faciales, sueros, lociones o maquillaje; productos que a menudo contienen ingredientes sensibles, que requieren una protección especial o que necesitan mantener la frescura de sus ingredientes activos.
- Industria farmacéutica. Estas soluciones son especialmente adecuadas para productos farmacéuticos como cremas tópicas, sueros y ungüentos, ya que permiten preservar su esterilidad y mejoran las condiciones higiénicas durante su dispensación y aplicación.
- Cuidado de la piel. Los productos de cuidado de la piel, como protectores solares o productos antienvejecimiento, también se benefician de los envases airless para prolongar su eficacia a lo largo del tiempo.
- Productos de limpieza. Algunos productos de limpieza y desinfectantes se envasan en sistemas airless para garantizar la dosificación precisa y mejorar la conservación del producto.
Materiales de los envases airless
Los envases airless están hechos de una gran variedad de materiales. La elección de uno u otro dependerá de factores como el fabricante, el tipo de producto, la estética o las propiedades que se quieran obtener. Los más comunes son:
- Plástico. Es el material más habitual. Los plásticos de alta calidad, como el polipropileno (PP) y el polietileno (PE) son los preferidos debido a su resistencia a la humedad, la corrosión y la flexibilidad para adaptarse al diseño del envase.
- Menos común que el plástico en este tipo de envases, el vidrio destaca por su aspecto estético y su capacidad para mantener la integridad de productos sensibles a la luz.
- En algunos casos, los envases airless pueden incluir componentes metálicos como partes de la bomba o el émbolo. El aluminio es un metal que se utiliza con frecuencia debido a su ligereza y resistencia a la corrosión.
- Materiales compuestos. Algunos envases airless están compuestos de materiales combinados, como plástico y metal, con el objetivo de aprovechar las ventajas de ambos. En contrapartida, esto puede dificultar su reciclaje.
Algunas preguntas frecuentes sobre envases airless
¿Qué tipo de producto se incluye normalmente en los envases airless?
Son ideales para productos sensibles al aire y la luz. Cremas faciales y corporales, sueros, productos farmacéuticos tópicos, maquillaje, productos de cuidado capilar o productos de limpieza facial son clásicos ejemplos de ello.
¿Se pueden rellenar?
Sí. En algunos casos, los envases airless se pueden rellenar. Sobre todo, en productos de uso personal, como cremas y lociones. Algunos fabricantes ofrecen envases recargables o sistemas de recarga diseñados para rellenar los envases airless originales con el mismo producto o con recargas específicas. Eso sí, es importante seguir las instrucciones del fabricante y asegurarse de que cualquier producto recargado cumpla con los estándares de higiene y calidad para mantener la eficacia y la seguridad del producto.
¿Dónde se reciclan?
Por regla general (salvo, por ejemplo, en el caso de los realizados con vidrio), los envases airless se depositan en el contenedor amarillo, donde entran el proceso de separación y reciclaje de residuos de envase. Muchos de los materiales con los que están hechos los envases airless se pueden reciclar.