El mundo actual se enfrenta a una enorme paradoja. Y es que, a pesar de vivir en la era de la tecnología exponencial y de que la humanidad cuenta con mejores herramientas para hacer su vida más fácil, el planeta se encuentra posiblemente en la situación más crítica de la historia. Con las urgencias climáticas golpeando una y otra vez y el tiempo para revertir el calentamiento global agotándose, todos los estamentos sociales están obligados a redoblar sus esfuerzos para asegurarles un futuro a las generaciones venideras. También las empresas pueden y deben contribuir en esta lucha global. Una de las formas que tienen de generar impacto positivo es a través de las estrategias de economía circular.
¿Por qué es clave contar con una estrategia de economía circular?
La economía circular es una filosofía que permite a las empresas entablar una relación más orgánica, respetuosa y equilibrada con su entorno. Se trata de un enfoque que ayuda a compatibilizar las necesidades productivas y económicas del presente, con las del futuro, abriendo, al mismo tiempo, la puerta a nuevas oportunidades de negocio y crecimiento.
Pero la economía circular no es algo que se pueda improvisar. Requiere un elevado grado de planificación y anticipación, manejar escenarios a corto, medio y largo plazo, establecer una rica red de colaboraciones y sinergias con otras entidades y con las administraciones. Y también obliga a sus actores estar permanentemente alerta ante la posibilidad de la entrada en juego de nuevas variables, como avances tecnológicos o cambios normativos, que puedan alterar sustancialmente los equilibrios del sistema. En definitiva, precisan de una compleja estrategia.
Estas son algunas de las ventajas de contar con una estrategia de economía circular.
- Reducción de costes. La implantación de modelos de economía circular puede resultar costosa inicialmente para las empresas que los adoptan. Y es que las inversiones necesarias para renovar la maquinaria, rediseñar los sistemas organizativos/productivos o transformar la cadena de valor suelen ser altas. Sin embargo, en el medio/largo plazo esa inversión inicial se compensa gracias a los ahorros que reporta en términos de adquisición de materias primas, gestión de residuos o eficiencia energética. También las ventas se pueden ver impulsadas favorablemente por el efecto de unos sistemas productivos y de comercialización alineados con las inquietudes y preferencias de los consumidores.
- Puerta a la innovación y a la competitividad. La economía circular se sustenta, en buena medida, en la innovación. Y es que no se puede transformar los modelos productivos y de consumo con las fórmulas de siempre. La búsqueda de nuevos materiales, tecnologías o metodologías está en el corazón de cualquier enfoque circular. Una innovación que, una vez incorporada a la cultura organizativa y a sus procesos, permite a la empresa ser más competitiva.
- Nuevas oportunidades de negocio. Esta capacidad de innovación que aportan las estrategias de economía circular facilita que las empresas identifiquen, incorporen e incluso creen nuevos nichos de mercado y oportunidades de negocio. Y es que la economía circular no es únicamente una alternativa para reemplazar opciones que se han podido quedar obsoletas, sino toda una nueva veta de negocios alrededor de la sostenibilidad.
- Resiliencia. Las estrategias de economía circular permiten a las empresas anticipar diversos escenarios y estar mejor preparadas ante eventualidades geopolíticas, como conflictos internacionales que afecten a sus acuerdos comerciales, o de mercado, como situaciones de escasez de materias primas o incrementos de los costes de la energía.
- Mejora de la imagen corporativa. Este tipo de estrategias son también una poderosa herramienta de comunicación, a través de la cual las compañías trasladan a sus grupos de interés su compromiso con las cuestiones ambientales.
- Cumplimiento normativo. Las estrategias de economía circular actúan como antídoto frente a posibles problemas legales por incumplimientos de una legislación ambiental extensa, exigente y en permanente revisión, tanto en España como en Europa.
Principales estrategias de economía circular
¿Y cuáles son esas estrategias que puede seguir una compañía para sumarse a la ola de la circularidad? Estas son algunas de las más extendidas (1).
- Reducción de residuos y reciclaje. La reducción, la reutilización y el reciclaje –las conocidas como las 3Rs– son la base de la economía circular (2). La llave que opera el cambio de planteamiento desde los modelos lineales clásicos –fabricar-usar-tirar– hasta los esquemas cíclicos en los que los procesos de optimización y los recursos se reaprovechan, disminuyendo así la cantidad de residuos.
- La reducción de residuos está en el centro de las políticas sostenibles europeas. Diferentes normas de aplicación continental y nacional incorporan en su desarrollo objetivos de reducción de residuos. Normas como el Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases, que en su Capítulo II (Prevención y reutilización de envases), artículo 6, incorpora los siguientes objetivos de reducción (3):
a) Lograr una reducción del peso de los residuos de envases producidos del 13% en 2025, y del 15% en 2030, respecto a los generados en 2010. El reciclaje de residuos y materiales para darles una segunda vida en forma de nuevos materiales y productos es la segunda parte de ese ciclo virtuoso que propone la economía circular. Esta estrategia permite a las compañías reaprovechar sus propios residuos (o los de otras empresas), de manera que no necesiten comprar tantas materias primas primarias para seguir produciendo.
La legislación también trata de impulsar el reciclaje a través del establecimiento de objetivos concretos. El citado Real Decreto 1055/2022 de Envases y Residuos de Envase establece el objetivo de (4):
b) Conseguir que todos los envases puestos en el mercado sean reciclables en 2030, y siempre que sea posible, reutilizables.
- Reutilización de materiales y productos. La utilización es otra de las R de la economía circular. Se trata de aportar cierto sentido común y sostenibilidad a los sistemas productivos a través del reaprovechamiento de materiales y residuos. De esta forma, no solo se reduce la cantidad de desechos que acaban en vertederos o en lugares inapropiados, sino que también disminuye la cantidad de materias primas que necesitan comprar para mantener sus procesos productivos.
Para ello, las empresas recurren a distintas estrategias, desde programas de recogida y reacondicionamiento de productos usados (5), hasta plataformas de compra o intercambio de materiales reciclados.
- Ecodiseño para la sostenibilidad. El ecodiseño es la gran palanca que puede impulsar la circularidad desde antes incluso de fabricar el producto o prestar el servicio. Se estima que el 80% de la huella ambiental de un producto se determina en su fase de diseño (6).
El ecodiseño consiste en aplicar principios circulares a la concepción del producto, teniendo en cuenta todo su ciclo de vida, con el objetivo de reducir el impacto ambiental de los productos desde su diseño hasta su eliminación (7). Un buen ecodiseño permite producir utilizando menor cantidad de materiales, con menores consumos de agua o energía y minimizando las emisiones de C02 a lo largo de todo el proceso. Eso por lo que se refiere a la fabricación. Pero también es clave para asegurar la sostenibilidad del producto durante las fases de almacenamiento, transporte, comercialización, consumo y, finalmente, disposición para el reciclaje.
- Uso de energías renovables. La transformación energética hacia modelos basados en renovables es otra de las estrategias que siguen las empresas de orientación circular. Una medida que tiene impactos directos en la reducción tanto de la huella ambiental de la compañía como en su factura energética. Esta senda pasa por la instalación de paneles solares, el uso de flotas de vehículos eléctricos o la adopción de sistemas de eficiencia energética, entre otras.
Iniciativas de economía circular para empresas
Numerosas empresas de todos los sectores de actividad se encuentran inmersas en procesos de transición circular. Algunos casos de éxito destacados son:
- Industria Alimentaria. Danone: Es uno de los integrantes de la iniciativa Waste Warriors, impulsada por Too good to go. Esta comunidad de marcas comprometidas trabaja para combatir el desperdicio de comida. En concreto, Danone ha conseguido reducir el desperdicio de alimentos en un 11% gracias a medidas como impartir formación a los agricultores para reducir las pérdidas de leche, así como al personal de la empresa para mejorar los procesos (8).
- Industria Textil. Patagonia: Además de producir toda su ropa con materiales sostenibles, Patagonia ofrece reparaciones gratuitas de sus productos y recicla o reutiliza el 100% de sus prendas cuando llegan al final de su vida útil. También, mediante su programa Worm Wear (9), facilita un canal para vender su propia ropa usada.
- Sector Mueble. IKEA: La firma sueca aspira a convertirse en un negocio 100% circular en 2030. Su modelo de negocio se basa en la utilización de energías renovables, desacoplando así su crecimiento del uso de recursos. Además, el diseño y los materiales utilizados en sus productos y embalajes, así como los servicios que ofrece la empresa y su política de reducción de residuos, tienen un impacto directo en los flujos de reutilización, reparación o reciclaje que promueve la economía circular (10).
Referencias
(1) https://repotmarket.com/blogs/noticias/7-estrategias-de-economia-circular
(3), (4) https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2022-22690
(5) https://www.rts.com/es/blog/the-best-takeback-programs-from-big-businesses/
(7) https://www.ecoembesthecircularcampus.com/ecodiseno/
(9) https://cl.patagonia.com/pages/worn-wear
(10) https://economiacircularenaccion.org/proyecto/ikea-economia-circular/