La Unión Europea se ha propuesto que todos los envases de plástico sean reciclables o reutilizables en el año 2030. Y para logarlo ha puesto toda su maquinaria, tanto legal como operativa, en funcionamiento, con ayudas económicas y un marco normativo medioambiental cada vez más alineado con los pronunciamientos circulares y las preferencias de una ciudadanía más exigente y concienciada con la sostenibilidad. Todos estos cambios están suponiendo una profunda transformación en la fabricación de envases del futuro. Los esfuerzos de innovación y ecodiseño de la industria del envasado se dirigen hacia unos envases que sean más fáciles de reciclar, y en ese camino los monomateriales (envases en cuyo proceso de fabricación solo se utiliza un material) se presentan como una clara tendencia a seguir.
Ventajas de los monomateriales
Los envases monomateriales son aquellos están compuestos de forma predominante por una única clase de polímero, por ejemplo, polietileno (LDPE, LLDPE, HDPE), polipropileno, PET o papel, en al menos un 90% de su composición (umbral mínimo cuando se incluyen adhesivos, aditivos y tintas).
La principal ventaja de los envases monomateriales es la mayor capacidad de reciclaje. La elección de un solo material permite una clasificación selectiva y un proceso de reciclaje óptimo ya que no hay que separar materiales durante el proceso y se eliminan los riesgos de contaminar una corriente de reciclaje. De este modo, el proceso es más fácil rápido y barato. Una vez completado el reciclaje, estos materiales pueden comenzar una segunda vida como envases.
Otra ventaja de los envases monomateriales es que normalmente, su fabricación requiere un menor consumo en su proceso productivo de energía y recursos, así como una simplificación del flujo productivo, lo que implica también una reducción de los costes. Cuando un envase está diseñado para facilitar el reciclaje, este no solo reduce su impacto ambiental, sino que también promueve el desarrollo socioeconómico.
Por otra parte, las estructuras monomateriales han experimentado avances técnicos significativos, especialmente las confeccionadas solo con polietileno (PE). De hecho, las formulaciones de PE proporcionan características similares a las que hace unos años eran exclusivas de otros materiales, como los envases PET. Entre sus propiedades, destacan sus altos niveles de rigidez o propiedades ópticas, además de su sellado.
Tendencias de los envases monomateriales
La presencia en el mercado de envases elaborados con monomateriales en su totalidad es cada vez mayor. En Estados Unidos el empaque de PE flexible es el más reciclado, representando el 61% del total. El informe El futuro de las películas plásticas monomateriales para embalajes hasta 2025, elaborado por la multinacional especializada en packaging Smithers, concluye que en el periodo 2020-2025 el consumo de estos materiales crecerá a una tasa anual compuesta de 3,8%, hasta alcanzar 26,03 millones de toneladas en el 2025.
Según la Fundación Ellen MacArthur, la mayoría de los envases flexibles se encuentran clasificados dentro de la categoría de un solo uso y las posibilidades de su reciclaje son muy bajas, por lo que son el segmento de mercado más difícil de abordar en el camino hacia una economía circular para los plásticos. Para cambiar esa situación propone, entre otras medidas, reemplazar estos envases multimateriales por monomateriales como solución alternativa para facilitar su reciclabilidad.
Retos tecnológicos de los monomateriales
Los avances tecnológicos, como la laminación, el uso de la biorientación en su proceso de transformación o la progresiva reducción de su peso están contribuyendo a este crecimiento de los monomateriales.
En cuanto a puntos de mejora, la innovación trabaja en producir una resina plástica mejor que la existente o en conseguir una mejora de las propiedades mecánicas o la capacidad de sellado que permitan su uso en la “capa de propiedades mecánicas” o en la “capa termosellada” en estructuras de monomateriales multicapa. Además, otros materiales habitualmente utilizados en envases monomateriales, como adhesivos y revestimientos, deben tener propiedades funcionales aparte de sus propiedades básicas, lo que supone un desafío, por ejemplo, en cuanto a la necesidad de reducir el uso de aditivos no necesarios, como los colores.
Ecodiseño y envases monomateriales
Para la Unión Europea, el uso de monomateriales es parte importante en el proceso de modernización del ámbito de los envases. Bajo esa premisa, el diseño se convierte en arma decisiva para la investigación y el desarrollo de envases monomateriales que garanticen la seguridad alimentaria, permitan reducir el despilfarro alimentario y faciliten el reciclaje.
Estas acciones suponen un desafío para el sector de los envases, que tendrá que reformular sus estrategias de ecodiseño bajo una perspectiva más global: diseñar para reciclar y potenciar la economía circular. La industria también tendrá que tener muy presente al consumidor final, que en ciertos casos se va a encontrar con productos que consume habitualmente en envases distintos a los habituales.
Información al consumidor
La efectividad de la selección de envases y su recogida se inician con la educación del consumidor final. Y es ahí donde la Administración y los gestores de residuos, como Ecoembes, están intensificando sus esfuerzos de cara a los consumidores con campañas que transmitan una información homogénea e instrucciones claras. La industria puede contribuir a acelerar este proceso con un etiquetado sencillo, etiquetado inteligente y claro que facilite al cliente final la identificación de la reciclabilidad del envase y le indique si está compuesto de diversos materiales o si, por el contrario, está elaborado con monomateriales. En este sentido, desde sectores de la industria del envase se considera indispensable la estandarización y unas guías claras para el diseño, selección y reciclado, siempre con el consenso de todos los sectores e instituciones implicadas.
Ejemplos de monomateriales
- PepsiCo Europa anunció el pasado mes de enero que los envases flexibles de marcas como Doritos, Lays y Cheetos estarán hechos, en la medida de lo posible, de un solo tipo de plástico, con la intención de alcanzar el mínimo de un 90% en su composición en el año 2030.
- La bomba Future diseñada por Aptar para Amazon para su utilización en la dispensación de productos cosméticos y de cuidado personal, está fabricada únicamente con monomaterial de polietileno PE.
- Werner & Mertz empresa de productos de limpieza para el hogar Frochs utiliza embalajes monomateriales fabricados con polietileno.
- Purina, fabricante de productos de alimentación animal del grupro Nestlé, cambió el envase de su gama Beyond® Grain Free de multimaterial a monomaterial.
- Colgate-Palmolive ha lanzado recientemente un tubo de pasta de dientes elaborado con el monomaterial HDPE, el mismo plástico que se usa para las botellas de leche y detergente, eliminando la capa de aluminio que durante tantos años sirvió como componente de protección del producto para hacerlo reciclable. Aunque su distribución ha comenzado en Estados Unidos, es presumible que se extenderá a nivel global.