El documento, publicado en diciembre de 2020, proporciona una serie de criterios sobre las actividades que según sus autores deben ser incluidas y priorizadas en la Taxonomía de Finanzas Sostenibles de la UE, dados sus beneficios sociales, económicos, climáticos y ambientales. Y considera que tecnologías como la incineración de residuos con recuperación de energía, el reciclado químico o los combustibles derivados de residuos para su uso en cementeras son «soluciones falsas» y «altamente contraproducentes» para lograr las metas y objetivos de la financiación sostenible.
Mariel Vilella, directora de Estrategia Global de Zero Waste Europe y coautora del informe, afirma que “la economía circular de cero residuos es una inversión sólida para la financiación sostenible”. Considera que los nuevos modelos de negocio de cero residuos y las iniciativas públicas en esta misma línea “muestran que la inversión en los niveles superiores de la jerarquía de residuos -prevención, rediseño, reutilización, reciclado y compostaje- ofrece un rendimiento mucho mayor en la creación de empleo, la recuperación económica y la resiliencia que las alternativas industriales convencionales de final de proceso”.
Por su parte, Neil Tangri, director de Ciencia y Política de la Alianza Mundial para las Alternativas a la Incineración (GAIA) y coautor del informe, añade que «la UE puede desempeñar un papel visionario alentando a otras instituciones financieras internacionales y organismos de ayuda a cumplir las normas de la economía circular de cero residuos».
Fuente: Residuos Profesional