Un total de 100 compañías lideres como Beiersdorf, Borealis, Berry Global, Danone, Diageo, DS Smith, Ferrero, FrieslandCampina, H&M, Henkel, Inditex, Indorama Ventures, L’Oréal, Mars, Mondi, Nestlé, PepsiCo, Pick n Pay, Reckitt, Schwarz Group, Tetra Pak, The Coca-Cola Company, Unilever, Veolia o Walmart, unidas en una inciativa de la Fundación Ellen MacArthur, han elaborado un documento con el que defienden de manera explícita el papel fundamental que desempeña La Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) para detener la contaminación generada por los envases y sus residuos.
El texto aboga por apostar por una economía circular. La innovación, dirigida a crear nuevos envases, productos y modelos de negocio bajo parámetros circulares debe ser, según los firmantes, el camino que la industria debe seguir en los próximos años.
“Apoyamos esta declaración sobre el importante papel que pueden desempeñar unos sistemas de Ampliación de Responsabilidad del Productor bien diseñados para mantener los envases alejados del medio ambiente y dentro de la economía circular”, declaró Michael Goltzman, vicepresidente de política global y sostenibilidad, The Coca Cola Company y uno de los firmantes de esta alianza.
El documento también señala el problema de que el proceso de recogida, clasificación y reciclaje de envases tiene unos costes mayores que los retornos que es capaz de generar. Por esta razón, los firmantes creen que la Responsabilidad Ampliada del Productor es la única vía probada para proporcionar una financiación adecuada y sostenida en el tiempo a esta importante actividad. Por medio de los sistemas de RAP las empresas que fabrican y comercializan envases pagan una cantidad para la gestión de los residuos que ellas mismas generan.
Los fabricantes piden la implementación de estos sistemas y abordar la cuestión de la gestión de residuos procedentes de los envases con un enfoque integral de economía circular. Las tres vías fundamentales que apuntan son la eliminación de los envases innecesarios, una decidida apuesta por la innovación para asegurar que todos los envases utilizados por la industria sean reutilizables, reciclables o compostables e introducir los envases dentro del circuito de la economía circular.
Según los firmantes, este enfoque circular aportaría no solo beneficios económicos, ambientales y sociales, sino que contribuiría a solucionar algunos de los grandes problemas globales del mundo, como como la contaminación plástica, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Ecodiseño
La innovación podría tener la llave del futuro del envase. En los próximos años, la combinación de un mejor diseño, avances tecnológicos y la aplicación de economías de escala está llamada a optimizar los costes del reciclaje y gestión de residuos que en la actualidad afrontan las compañías. Mientras llega ese momento, es imprescindible articular mecanismos eficaces que garanticen la financiación de esos costes asociados. De lo contrario, es muy difícil que las cifras del reciclaje pueden seguir creciendo al ritmo adecuado.
Los sistemas de RAP obligatorios basados en tarifas y soportados por las empresas que introducen envases en el mercado son actualmente, en opinión de las propias compañías que participan en su financiación, la única vía de éxito probado en esa financiación. Los RAP aportan, además, beneficios adicionales, como incrementos significativos tanto en la eficiencia como en la transparencia del sistema o la incentivación de soluciones upstream para el envasado.
La industria defiende la necesidad de aplicar los RAP, si bien admite que estos son, en muchos casos, imperfectos y recuerdan que las fases de diseño e implementación de estos sistemas son cruciales para su efectividad. Las empresas se comprometen a trabajar estrechamente con los distintos stakeholders para que estos sistemas funcionen de manera eficaz en distintas partes del mundo y atendiendo a las diferentes condiciones, contextos y políticas locales en materia de economía circular.
Las empresas envasadoras reconocen también que los sistemas RAP son insuficientes para remediar el problema de los residuos procedentes de los envases y que, por tanto, deben ser complementados con un conjunto más amplio de políticas, actuaciones voluntarias por parte de la industria y un incesante y acelerado proceso de innovación hacia una economía circular para embalaje.
El documento finaliza con una declaración de intenciones del conjunto de firmantes estructurada en tres grandes puntos:
1). Asegurar que todas nuestras organizaciones y las acciones pongamos en marcha desde cada una de ellas estén alineadas con esta declaración.
2). Ser constructivos en nuestro compromiso con los gobiernos y otras stakeholders: abogar por el establecimiento de políticas de RAP bien diseñadas y brindar apoyo para su implementación y mejora continua en el contexto local.
3). Comprometerse con nuestros pares y otras asociaciones y colaboraciones para trabajar de manera coordinada y alinear sus posiciones y acciones con las nuestras.
Fuente: https://plastics.ellenmacarthurfoundation.org/epr