Las empresas saben que necesitan ser sostenibles si quieren prosperar en un mundo en el que la conciencia ambiental y social ganan terreno entre las prioridades sociales. Por eso, cada vez más compañías están incorporando ese compromiso con el bien común a sus estrategias de negocio. Sin embargo, en un contexto económico global e hiperconectado, los esfuerzos individuales por ser sostenibles son insuficientes. Se necesita incrementar la velocidad y el alcance, ir un paso más allá en esos esfuerzos para extender el compromiso a toda la cadena de valor de la actividad empresarial. Se necesita, en definitiva, contar con proveedores sostenibles.
Identificación de proveedores sostenibles
Que una empresa cuente con proveedores sostenibles supone incorporar los factores ESG –ambientales, sociales y de gobierno corporativo – a la cadena de suministro de la compañía –conjunto de actividades, instalaciones y medios necesarios para llevar a cabo el proceso de fabricación, distribución y venta de un producto–. Con ello, las empresas logran expandir de forma transversal la cultura de la sostenibilidad a todo su ciclo productivo, asegurándose así que no haya fisuras ni cabos sueltos en su estrategia ambiental.
Criterios
Las compañías que se impliquen en ese proceso deben realizar un exhaustivo proceso de selección y validación de las empresas u organizaciones con las que van a trabajar antes de incorporarlas a su lista de proveedores oficiales. Para ello, tomarán en consideración los siguientes aspectos:
● Sociales. ¿Es nuestro potencial proveedor una empresa que apuesta realmente por la diversidad y la inclusión en el diseño de sus plantillas? ¿Tiene implantadas políticas de igualdad de género o equidad salarial? ¿Practica políticas laborales justas? ¿Es una empresa comprometida con su entorno y su comunidad? ¿Desarrolla acciones solidarias o de apoyo a colectivos desfavorecidos?
● Ambientales. ¿Es nuestra posible colaboradora una compañía que mide, reduce y/o compensa su huella de carbono? ¿Tiene políticas de gestión efectiva de sus residuos? ¿Hace un uso racional y optimizado de sus recursos energéticos, hídricos o de materias primas? ¿Apuesta por las energías renovables y el transporte eléctrico en su operativa diaria?
● Económicos y de gobierno corporativo. ¿Es la empresa evaluada una organización sostenible y solvente desde el punto de vista financiero? ¿Son sus operaciones transparentes? ¿Tiene un historial contrastado de cumplimiento de sus compromisos contractuales y observancia de las leyes? ¿Son sus dirigentes personas con comportamientos éticos?
Fuentes de información
En cuanto a las fuentes de las que se puede recopilar esta información relevante para identificar proveedores sostenibles, algunas de las más extendidas son:
● Directorios especializados. Estas plataformas reúnen en un único listado los nombres de empresas y profesionales que acreditan de alguna forma contrastable un comportamiento sostenible. La plataforma puede incorporar un buscador para facilitar la localización de esas referencias. Un ejemplo de ellos sería el Directorio de la Sostenibilidad y el Impacto.
● Bases de datos. Son repositorios que incorporan información acerca de las prácticas de sostenibilidad de las empresas. Por ejemplo, el microsite “Empresa Sostenible”, de la Cámara de Comercio de España.
● Certificaciones de sostenibilidad. En este caso, la referencia viene a través de organizaciones independientes de reconocido prestigio, que otorgan sellos y acreditaciones a aquellas empresas que cumplen sus estándares en materia de sostenibilidad. Algunos de los ejemplos más extendidos y reputados son las certificaciones ISO 14001 de Gestión Ambiental, Fairtrade de comercio justo o EMAS, entre otras.
En definitiva, se trata de buscar proveedores que demuestren un comportamiento sostenible verdadero.
Evaluación de proveedores sostenibles
Realizada esa primera criba de potenciales proveedores sostenibles, el siguiente paso consiste en profundizar en nuestra investigación para confirmar que los datos recopilados se corresponden con la realidad. Para ello, podemos poner en marcha diferentes estrategias:
● Solicitar información. Acudir al propio proveedor y solicitar directamente información acerca de sus prácticas sostenibles. Mucha de esta información es pública y está accesible a través de diferentes canales, como los informes de sostenibilidad elaborados por las propias empresas y que algunas alojan en sus páginas web corporativas. También existen análisis elaborados por empresas especializadas, como Global Reporting Initiative (GRI) o Carbon Disclosure Project, que publican este tipo de información referida a algunas compañías, por lo general, grandes.
● Realizar auditorías. Un paso más allá en este proceso de verificación consiste en solicitar una auditoría por parte de terceros especializados.
● Considerar el desempeño histórico. Otra vía interesante de información se basa en no quedarse únicamente con el estudio de los desempeños sostenibles actuales, sino compararlos con la trayectoria de esa empresa durante los años previos, y comprobar que no haya discrepancias significativas.
Selección de proveedores sostenibles
Una vez hemos completado nuestra recogida de datos y realizado un primer filtro de aquellos candidatos que cumplen los requisitos de sostenibilidad mínimos para convertirse en nuestros proveedores, es el momento de completar el proceso de selección. Esta fase final consta de las siguientes etapas:
● Comparar y contrastar. En esta fase se reciben las diferentes propuestas, se estudian, se comparan y se escoge aquella que mejor se ajuste a nuestros requerimientos en función de factores como la experiencia, las prácticas empresariales, el precio, la capacidad o las prestaciones ambientales del proveedor.
● Negociar acuerdos. Llega el momento de negociar las condiciones del contrato, matizar detalles e incorporar o excluir cláusulas concretas, entre las cuales pueden tener cabida aquellas específicas sobre cumplimientos en materia de sostenibilidad.
● Establecer relaciones a largo plazo. El propósito de toda vinculación entre un cliente y un proveedor que se sustente sobre criterios sostenibles es fomentar relaciones duraderas, de mutua confianza y basadas en valores y objetivos compartidos.
Beneficios de trabajar con proveedores sostenibles
Trabajar con proveedores sostenibles nos aporta notables y diversos beneficios. Entre ellos, destacan:
● Mejora la imagen de marca. Asegurar que la sostenibilidad empresarial no se limite a las acciones directas de la compañía, sino que incluya a toda la cadena de suministro refuerza la imagen como empresa responsable y comprometida.
● Reducción del impacto ambiental. También en términos cuantitativos, ampliar el espectro sostenible de la empresa a la cadena de suministro revierte en un descenso del impacto ambiental de las actividades empresariales a lo largo de la misma.
● Optimización de la cadena de suministro. Escoger proveedores sostenibles mejora la eficiencia, cohesión y resiliencia de las cadenas productivas en su conjunto.
● Atracción de clientes y talento. También es una poderosa herramienta de atracción y fidelización tanto de clientes como de talento que comparten los valores sostenibles de la empresa y ponderan positivamente su compromiso con esa sostenibilidad.
● Innovación y crecimiento. La asociación con colaboradores que comparten una inquietud por preservar el planeta suele devenir también en una mayor capacidad de innovación que facilite esa transición sostenible.
Conclusión
En definitiva, la integración de proveedores sostenibles en la política empresarial es una decisión estratégica que aporta beneficios tangibles a la compañía y le brinda la oportunidad de ejercer un liderazgo que le sirva para convertirse en referente de su sector y contribuir a un cambio positivo del entorno.
Eso sí, esas ventajas requieren un compromiso continuo en el que se revise periódicamente el desempeño ambiental y social de los proveedores para buscar oportunidades de mejora y crecer juntos en ese camino hacia la sostenibilidad.