Unboxing significa desempaquetado. En el ámbito del marketing se refiere a la primera impresión que causa un producto con su packaging y a la experiencia positiva que esperan generar las marcas cuando el cliente recibe un artículo recién adquirido.
En consecuencia, las empresas diseñan sus envases, embalajes y packaging tratando de generar un impacto positivo en el consumidor. Buscan crear expectación y mejorar la experiencia del usuario al recibir un paquete.
El término se ha hecho especialmente popular en redes sociales, donde ciertos perfiles analizan productos y realizan frente a las cámaras el unboxing). Cuestión que ha dado, si cabe, aún más relevancia al concepto desde el punto de vista del marketing.
Retos de las empresas en el unboxing
Las empresas tienen el reto de diseñar embalajes que generen un impacto positivo en sus clientes, sin que esto limite su posterior reciclaje.
Las marcas pueden tener la tentación de sobredimensionar sus packaging, darles formas poco comunes o utilizar más colores para llamar la atención. Tendencias todas ellas que van en contra de un diseño para el reciclaje.
Un segundo reto vendría de los costes extra que podría requerir un packaging muy atractivo para el cliente y que, al mismo tiempo, fuera reciclable. Un elemento así podría requerir un esfuerzo extra en diseño o producción, que se vería reflejado en el coste final del embalaje.
¿Se puede crear una experiencia de unboxing satisfactoria sin dificultar la circularidad de los materiales que conforman el packaging?
Unboxing sostenible
No solo es compatible, sino que es una cuestión que puede convertirse en un valor de marca que ayude a las empresas a estrechar relaciones con sus potenciales clientes.
Según un reciente informe de la empresa de investigación de mercados Appinio, ocho de cada diez españoles considera que es importante que las marcas se involucren en cuestiones ambientales.
Un 58% de los encuestados afirma que alguna vez ha dejado de comprar una marca porque considera que no se preocupa lo suficiente por el medioambiente.
Según el estudio AECOC Shopperview 2018, al 80% de los consumidores les gustaría que un mismo pedido con diferentes productos incluyera todos en un mismo embalaje. Y un 73% preferiría que estos embalajes se redujeran al mínimo posible.
Según datos de este mismo informe, a siete de cada diez consumidores les preocupa el impacto de los embalajes adicionales sobre el medioambiente. Incluso un 43% se muestra favorable a pagar más por materiales más sostenibles.
En consecuencia, las empresas tienen una oportunidad si apuestan por unboxing sostenible. ¿Cómo lograrlo?
Elementos a considerar en este tipo de unboxing
Una de las primeras pistas para lograr un unboxing sostenible nos la facilitan los propios consumidores con los datos de las encuestas anteriores.
Como aseveran, si una empresa quiere posicionar su marca hacia un unboxing de calidad y sostenible, debe tratar de incluir todos los productos en un mismo embalaje, en el caso de que se realice un pedido con varios artículos.
En cuanto a la composición de los embalajes, es interesante que si apostamos por cartón ondulado se utilicen papeles componentes con un porcentaje de fibras procedentes del reciclado de otros envases.
Embalajes compostables y tintas
Otra alternativa es la utilización de embalajes compostables. Están hechos de combustibles fósiles o materiales de origen vegetal que, una vez convertido en residuo, puede descomponerse y ser aprovechado por la tierra como nutrientes naturales.
Si hay que incorporar tintas o algún tratamiento sobre el embalaje, no deben impedir o dificultar el posterior proceso de reciclado. El packaging debe contar con tinta sostenible (en base agua o biodegradables).
Rellenando espacios vacíos en el packaging
El papel arrugado nos permitirá rellenar los posibles huecos, inmovilizar el contenido y evitar daños en caso de algún movimiento brusco o golpe.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad es ideal junto a cajas de cartón, porque ambos son del mismo material, lo que facilita enormemente el proceso de reciclaje.
En el caso de bolsas y cajas de plástico reutilizables se pueden utilizar planchas y almohadillas de plástico o de materiales compostables como relleno y protección e indicar al usuario dónde depositar este material de relleno para su reciclaje.
Unboxing y diseño para el reciclaje
Para un unboxing sostenible debemos atender al concepto de diseño para el reciclaje. En este proceso, los envases se plantean desde su concepción bajo parámetros que prioricen su reciclado final.
Un primer ejemplo en esta tendencia es que los envases de papel y cartón no excedan las medidas 1m x 13cm, tal y como recoge el ‘Decálogo para diseñar envases fáciles de reciclar’ publicado por Ecoembes.
En el caso de que estas dimensiones tuvieran que ser mayores, se recomienda que sean fácilmente plegables. El objetivo de esta limitación es que sea fácil depositarlos en los contenedores de reciclado correspondientes.
El diseño para el reciclaje también establece que todo el packaging debería estar realizado con un único material. En el caso de que, por circunstancias, sea necesario introducir varios, la empresa debe tratar de que sean fácilmente separables.
Consejos para un unboxing responsable en alimentación
El unboxing en el sector de la alimentación debe prestar, si cabe, más atención a la conservación del producto, porque su deterioro puede generar problemas de salud al consumidor. Muy especialmente en alimentos frescos.
Por lo tanto, el packaging en este sector tendrá que primar la sostenibilidad y el marketing, como aspectos esenciales a la hora de diseñar el embalaje, asegurando que el alimento mantiene un excelente estado de conservación.
Para lograrlo podemos incluir en el envase un revestimiento interior isotérmico, que evita cambios de temperatura, facilitando una óptima conservación. Este revestimiento también es interesante desde el punto de vista de la sostenibilidad. Se separa con sencillez de otros componentes que formen parte del packaging, facilitando así un posterior proceso de reciclaje.
Otra alternativa son los embalajes 100% de papel que mantienen frescos los alimentos refrigerados y congelados. Utilizan Hexacomb (material de papel resistente y ligero) y cartón ondulado. Todo el conjunto está realizado en material biodegradable.